Estudios científicos han comprobado que toda esta región tiene un alto nivel de interconexión ecológica y características oceanográficas complejas principalmente producto de las corrientes marinas que en ella confluyen y que condicionan las dinámicas climática y biológica, influyendo los patrones de migración de varias especies de importancia regional y global, como son las ballenas jorobadas y los cachalotes, por ejemplo, que se dirigen anualmente a esa zona, provenientes de la Antártida, en busca de aguas cálidas para su apareamiento y reproducción.
Este importante acuerdo conjunto, que refuerza la hermandad de ambas naciones andinas ha sido logrado tras seis meses de arduos estudios y negociaciones entre los equipos de trabajo compuestos por las cancillerías y la fuerza naval de ambos estados democráticos. Su suscripción constituye uno de los actos más relevantes en nuestra historia y es un ejemplo digno de imitar para todas las naciones del mundo. En breve, esta declaratoria será inscrita en las instancias pertinentes de las Naciones Unidas para su reconocimiento internacional.
La firma del mencionado documento bilateral abarca temas tan variados y cruciales para el vertiginoso y siempre cambiante mundo moderno, como son la conservación, la exploración y explotación sostenible de los recursos existentes en dicha bahía histórica, la lucha contra los efectos del temido cambio climático, el intercambio comercial y la navegación, así como el combate a las actividades ilícitas en sus costas. El acuerdo también estipula que la explotación de recursos no renovables (pero definitivamente estratégicos), como son el petróleo y el gas, se adaptarán a convenios específicos que quedarán bajo el criterio y decisión de los mandatarios de ambos países.
En este nuevo contexto, se hace entonces cada vez más necesario el establecimiento de un Área Natural Protegida Marino - Costera en el Banco de Máncora, en la costa norte de nuestro país, para que posteriormente forme parte del actual Corredor Marino de Conservación y Desarrollo Sostenible constituido por los Sitios de Patrimonio Mundial, Galápagos (Ecuador) e Isla del Coco (Costa Rica), así como los Parques Nacionales Coiba (Panamá), Gorgona y Malpelo (Colombia). Este es el primero del mundo en su género. durante la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible de Johannesburgo, contribuyendo a despertar el interés internacional de políticos y científicos por su preservación, el uso adecuado de sus recursos naturales y la educación ambiental de las poblaciones ribereñas de todas estas naciones.
El Banco de Máncora, también denominado Banco del Perú, es un área del mar peruano situada a unas 35 millas náuticas frente a las costas de los departamentos de Piura y Tumbes, cuyo fondo rocoso está constituido por basalto con sedimentos limo arcillosos, los cuales cubren casi la totalidad del área mencionada. Esta región está considerada como muy rica en peces demersales, tal como lo han demostrado las primeras evaluaciones realizadas por el Instituto del Mar Peruano (IMARPE) en los años 1989 y 1990. Este Banco Marino actúa como un vivero para muchas de estas especies que encuentran allí alimento y refugio. Sus coordenadas aproximadas son 3° 24´ 00´´ de Latitud Sur y 81° 24´ 00´´ de Longitud Oeste.
La conservación del Banco de Máncora está considerada
por la comunidad científica internacional como de “inmediata prioridad”. El
Banco de Máncora es uno de los ecosistemas más frágiles del Perú, el cual
felizmente se conserva prácticamente intacto, constituyendo el hábitat natural de
varias especies marinas en situación vulnerable y en peligro de extinción. Esta
zona es también el lugar ideal para observar y vigilar mejor la presencia o
ausencia del Fenómeno de “El Niño”, pues el mayor impacto en nuestro país se
produce en sus costas aledañas.
Desafortunadamente, en las últimas décadas la región
del Banco de Máncora se ha visto muy expuesta a la degradación debido al efecto
de las actividades humanas y problemas interrelacionados de origen político,
socio-económico y cultural. Por ejemplo, existe en la actualidad una presión
muy fuerte por parte de las actividades pesqueras y petroleras en las cercanías
y dentro del Banco de Máncora. Todos recordamos con mucha tristeza que a
principios de este año se produjeron en el litoral norte múltiples varamientos
de cientos de mamíferos marinos y la muerte de infinidad de aves marinas que
generaron mucho temor y malestar en las diversas caletas de pescadores
norteñas, así como la genuina preocupación de las organizaciones
conservacionistas y de las autoridades del Gobierno (MINAM, MINEM, PRODUCE,
IMARPE y Gobiernos Regionales), quienes inmediatamente se abocaron a la tarea
de investigar las causas de estos desafortunados eventos, para evitar que se
repitan nuevamente. Asimismo, debemos resaltar que muy pocos estudios científicos se han realizado hasta la fecha en las inmediaciones del Banco de Máncora, por lo que existe la necesidad de promover la investigación científica y el monitoreo ambiental en toda esa zona. Desde hace más de una década, un grupo de conservacionistas y científicos (biólogos marinos y oceanógrafos, tanto peruanos como extranjeros) ha propuesto la creación e implementación de una Estación Científica Marina de régimen privado y sin fines de lucro en la cercana caleta de pescadores de El Ñuro, la cual se dedicaría al estudio del océano (Mar de Grau), así como a la protección y conservación de las especies que habitan en esa región costera norteña, iniciativa que lamentablemente no se ha podido concretar, ni hacer realidad, todavía.
Las especies marinas no reconocen fronteras políticas, por lo que es imperativo contar con un cuadro integrado de sus movimientos, migraciones, biología de poblaciones, estado de conservación, hábitat críticos, así como también un mejor entendimiento de cómo las condiciones ambientales influencian su distribución. Se anticipa entonces que este proyecto innovador de conservación e investigación científica se podrá replicar en otras regiones alrededor del mundo como un modelo para el diseño, establecimiento y manejo de áreas protegidas marinas.
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