sábado, 30 de agosto de 2008

La conservación y protección del Banco de Máncora

El Banco de Máncora: un ecosistema frágil que debemos preservar

Por Guillermo Castro Escudero

El miércoles 30 de Enero del 2008, a las 8:55 horas, el B.A.P. "Supe" (ATP 157) Unidad Petrolera Auxiliar asignada por la Marina de Guerra del Perú al servicio naviero comercial, fue afectado por una explosión e incendio abordo mientras realizaba faena de combustible para la empresa BPZ. Como consecuencia de ello, a las 10:47 horas se produjo su hundimiento frente al puerto de Zorritos (Tumbes). En este accidente falleció lamentablemente uno de los tripulantes de dicho buque petrolero peruano.

Pocos días después, las noticias periodísticas dieron cuenta que la mancha de petróleo se estaba acercando peligrosamente al Banco de Máncora (que queda a muy pocas millas náuticas del lugar donde se había presentado el desastre ecológico). Afortunadamente, los encargados de la mitigación de este terrible daño ambiental (la Autoridad Marítima de la zona, conjuntamente con personal de la empresa BPZ) activaron un Plan de Contingencia y pudieron contrarrestar a tiempo el impacto del derrame en el ecosistema. Según los especialistas, la magnitud del impacto y del daño ecológico sólo se conocerá realmente en el mediano y largo plazo.

Se hace cada vez más necesario entonces la creación de una Reserva Nacional Marino - Costera en el Banco de Máncora (denominado también el Banco del Perú) para su conservación y preservación. Existe para este fin una Propuesta Técnica elaborada en el año 2004, documento denominado “Planteamiento de ProNaturaleza para la Conservación Marina: el Banco de Máncora, Piura, Perú”, iniciativa de conservación que desafortunadamente no se pudo concretar en esa época.

El Banco de Máncora es un área del mar peruano situada a unas 35 millas náuticas frente a las costas de los departamentos de Piura y Tumbes, cuyo fondo rocoso está constituido por basalto con sedimentos limo arcillosos, los cuales cubren casi la totalidad del área mencionada. Esta región está considerada como muy rica en peces demersales, tal como lo han demostrado las primeras evaluaciones realizadas por el Instituto del Mar Peruano (IMARPE) en 1989 y 1990. Este Banco Marino actúa como un vivero para muchas de estas especies que encuentran allí, alimento y refugio.

La conservación del Banco de Máncora está considerada por la comunidad científica internacional como de “inmediata prioridad”. El Banco de Máncora es uno de los ecosistemas más frágiles del Perú, el cual esperamos se conserve prácticamente intacto, constituyendo el hábitat natural de varias especies marinas en situación vulnerable y en peligro de extinción. La fauna incluye delfines y ballenas (ballenas azules, ballenas jorobadas, cachalotes, etc.), tortugas marinas en peligro de extinción, así como una diversidad de especies de atún, tiburón, mantarraya, peces pico (i.e. pez espada, merlín negro, merlín rayado, merlín azul y pez vela). Es también un lugar de gran abundancia de aves marinas, que interactúan con la costa colindante.

En las cercanías del Banco de Máncora confluyen la Corriente de Humboldt (Corriente Costera Peruana) con la Corriente Ecuatorial del Pacífico, además de la presencia de la Contracorriente Subsuperficial (frente al puerto de Paita). Esta “triple” confluencia determina variaciones constantes de los parámetros oceanográficos a lo largo del año y también de un año a otro, según la fuerza de los vientos y otros fenómenos meteorológicos y oceanográficos. Al converger varias corrientes marinas en esta zona, condicionan la dispersión de larvas marinas e influyen los patrones de migración, movilización y distribución (reproducción y alimentación) de un gran número de especies de relevancia regional y mundial.

Como esta región marino - costera está expuesta a frecuentes variaciones de los fenómenos oceanográficos y meteorológicos alberga una gran biodiversidad de importancia mundial. Es ampliamente conocido que las aguas del Pacífico peruano están consideradas entre las más productivas del planeta. Esta característica permite al Perú ser uno de los 5 primeros países a nivel mundial en la extracción de recursos marinos.

Desafortunadamente, en las últimas décadas la región del Banco de Máncora se ha visto muy expuesta a la degradación debido al efecto de las actividades humanas y problemas interrelacionados de origen político, socio-económico y cultural. Por ejemplo, existe en la actualidad una presión muy fuerte por parte de las actividades pesqueras y petroleras en las cercanías y dentro del Banco de Máncora (donde ha ocurrido el lamentable desastre ecológico). Asimismo, se han realizado hasta la fecha pocos estudios científicos en la zona del Banco de Máncora, por lo que existe la necesidad de promover la investigación científica en esta región marino - costera.

Se hace también indispensable que algún día el Perú pueda formar parte del Corredor Marino de Conservación del Pacífico Este Tropical - CMAR. Como es sabido, el CMAR es una iniciativa entre los gobiernos de Ecuador, Costa Rica, Colombia y Panamá para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad y los recursos marinos y costeros de la región del Pacífico Este Tropical.

El CMAR protege las Islas Galápagos en Ecuador; Islas Malpelo y Gorgona en Colombia; Isla Coiba en Panamá y la Isla del Coco en Costa Rica, todos estos lugares reconocidos como áreas naturales protegidas (son parques nacionales de sus respectivos países) y, en el caso de Galápagos e Isla del Coco, Sitios de Patrimonio Mundial.

Este Corredor Biológico Marino del Pacífico es el primero en su género del mundo. La iniciativa de su creación fue lanzada originalmente en 2002 durante la Cumbre Mundial sobre desarrollo Sostenible de Johannesburgo, contribuyendo a despertar el interés internacional de políticos y científicos.

Toda esta región tiene un alto nivel de interconexión ecológica y características oceanográficas complejas principalmente producto de las corrientes marinas que en ella confluyen y que condicionan las dinámicas climática y biológica, influyendo los patrones de migración de varias especies de importancia regional y global.

La idea es que el Perú aporte, para el mencionado corredor marino de conservación, la protección y preservación del Banco de Máncora como área natural protegida por el Estado peruano. Esta Propuesta es desde todo punto de vista estratégica para nuestro país. Este proyecto cuenta asimismo con el apoyo de numerosas instituciones de gran prestigio internacional, entre ellas el Instituto de las Américas y el Scripps Institution of Oceanography, de San Diego, California. El Dr. Roger Revelle, uno de los científicos más eminentes del siglo 20, quien fuera Director del Scripps tuvo la siguiente expresión sobre esta región: "Soy un convencido de que la Corriente Costera Peruana está situada en el área más fértil del mundo y que ella es el fenómeno físico y biológico más importante de la Tierra".

Con el apoyo del Scripps Institution of Oceanography se ha estimado conveniente la creación e implementación de una Estación Científica Marina de régimen privado y sin fines de lucro en la región, la cual se dedicaría al estudio del océano (Mar de Grau), así como a la protección y conservación de las especies que habitan en esa zona.

Las especies marinas no reconocen fronteras políticas, por lo que es imperativo contar con un cuadro integrado de sus movimientos, migraciones, biología de poblaciones, estado de conservación, hábitat críticos, así como también un mejor entendimiento de cómo las condiciones ambientales influencian su distribución. Esta zona es también el lugar ideal para observar y vigilar mejor la presencia o ausencia del Fenómeno de “El Niño”, pues el mayor impacto en nuestro país se produce en sus costas aledañas.

Esperamos que el recientemente creado Ministerio del Ambiente de nuestro país pueda ayudar a concretar y a hacer posible este gran anhelo del pueblo norteño, el cual está muy interesado en la preservación de este frágil ecosistema marino – costero, para beneficio de las actuales y futuras generaciones de los pobladores de Tumbes y Piura.

Se anticipa entonces que este proyecto innovador de conservación e investigación científica se podrá replicar en otras regiones alrededor del mundo como un modelo para el diseño, establecimiento y manejo de áreas protegidas marinas.

jueves, 28 de agosto de 2008

La Propuesta Técnica de Pro Naturaleza

- DOCUMENTO DE TRABAJO -

PLANTEAMIENTO DE PRONATURALEZA PARA LA CONSERVACIÓN MARINA: EL BANCO DE MANCORA, PIURA, PERÚ.

Abril 2004

Objetivos de Pro Naturaleza

En el Perú somos testigos de una situación de inadecuado manejo del ámbito marino y sus recursos, de un creciente deterioro del funcionamiento de sus ecosistemas y graves alteraciones en ellos, que van paralelas a capacidades sumamente escasas y con muchas limitaciones para realizar investigaciones en el ámbito marino. La intención de Pro Naturaleza es contribuir con actividades para superar esta situación, de manera que la información y los resultados de estudios científicos puedan alimentar la toma de decisiones para un adecuado manejo del océano, revirtiendo las negativas tendencias que lo afectan.

Todo esto, además, debe alimentar campañas de creación de conciencia pública y de generación de capacidades que hagan posible los cambios que se proponen, como por ejemplo el establecimiento de un sistema de áreas naturales protegidas en el ámbito, en todo lo cual nuestra organización está dispuesta a participar y cuenta con las capacidades para actuar. Asimismo estamos dispuestos a apoyar y participar de programas que organizaciones internacionales y con un alcance global puedan realizar a favor de la conservación del mar.

Un objetivo concreto de Pro Naturaleza es el de proponer el establecimiento de un Area Natural Protegida Marino - Costera en el Banco de Máncora, en la costa norte del Perú, la cual además planteamos que en el futuro forme parte del actual Corredor Marino de Conservación y Desarrollo Sostenible constituido por los Sitios de Patrimonio Mundial, Galápagos (Ecuador) e Isla del Coco (Costa Rica), así como los Parques Nacionales Coiba (Panamá), Gorgona y Malpelo (Colombia).

Este Corredor Biológico Marino del Pacífico es el primero del mundo en su género. La iniciativa de su creación fue lanzada originalmente en 2002 durante la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible de Johannesburgo, contribuyendo a despertar el interés internacional de políticos y científicos.

Toda esta región tiene un alto nivel de interconexión ecológica y características oceanográficas complejas principalmente producto de las corrientes marinas que en ella confluyen y que condicionan las dinámicas climática y biológica, influyendo los patrones de migración de varias especies de importancia regional y global.

Desafortunadamente, en las últimas décadas la región del Banco de Máncora se ha visto muy expuesta a la degradación debido al efecto de las actividades humanas y problemas interrelacionados de origen político, socio-económico y cultural. Por ejemplo, existe en la actualidad una presión muy fuerte por parte de las actividades pesqueras y petroleras en las cercanías y dentro del Banco de Máncora.

Asimismo, Pro Naturaleza es consciente que se ha realizado hasta la fecha pocos estudios científicos en la zona del Banco de Máncora, por lo que existe la necesidad de promover la investigación científica en la zona.

Como un segundo objetivo, Pro Naturaleza ha estimado conveniente promover y apoyar el desarrollo en el mayor grado posible de estudios científicos en el ámbito marino, considerando las grandes carencias que existen en este aspecto, así como el gran requerimiento de información para apoyar un adecuado manejo y conservación del mar. En este sentido consideramos necesaria la creación e implementación de una Estación Científica Marina, la cual se dedicaría al estudio del océano (Mar de Grau), así como a la protección y conservación de las especies que habitan en esa zona.

Las especies marinas no reconocen fronteras políticas, por lo que es imperativo contar con un cuadro integrado de sus movimientos, migraciones, biología de poblaciones, estado de conservación, hábitat críticos, así como también un entendimiento de cómo las condiciones ambientales influencian su distribución. Se anticipa entonces que este proyecto innovador de conservación e investigación científica se podrá replicar en otras regiones alrededor del mundo como un modelo para el diseño, establecimiento y manejo de áreas protegidas marinas.

Necesidad de protección del Banco de Máncora

Existe la urgente necesidad de acciones concretas para conservar el mar peruano y de una estrategia integral y de largo plazo que defina el accionar del país en ese sentido. En lo que corresponde a acciones específicas, destaca como de particular importancia la necesidad de proteger el Banco de Máncora.

Según un estudio de la “Biodiversidad Marina de la Región Piura”, realizado por la Universidad Nacional de Piura en el año 2002, “se deben privilegiar la creación de otras áreas marinas protegidas que representen las principales biomasas de una región, contiguas o cercanas a áreas terrestres protegidas preexistentes o independiente de éstas, en los casos que sea evidente la no interrelación ecotonal de ambos tipos de ecosistemas.

Establecido un sistema de áreas protegidas marinas y costeras, se hace necesario implementar programas de investigación y evaluación permanente de la diversidad biológica a nivel de número de especies, variabilidad genética y procesos ecológicos.

Los grupos de especies poco accesibles, las observaciones sistemáticas, el número suficiente de investigadores, así como mayor investigación en el área de biología básica y estudios bioecológicos de los diferentes ecosistemas, plantean requerimientos de investigación a corto plazo, que ayudarían a comprender mejor los diferentes aspectos de la biodiversidad.

Estos programas deben tener carácter binacional y/o regional considerando las provincias biogeográficas comunes y proponer etapas para su realización: creación de un banco de datos, compilación de datos e inventarios biológicos existentes, identificación y reconocimiento de vacíos del conocimiento de diversidad biológica, detección y restauración de ambientes así como recuperación de poblaciones o especies en peligro de extinción y finalmente promover el monitoreo con indicadores hoy existentes entre los grupos de distribución geográfica más amplios.

Todo esto, reforzaría la importancia de un sistema de áreas protegidas marinas y costeras, justificando y consolidando la vocación de uso de estas áreas como mecanismo de conservación de los recursos naturales”.

Asimismo, el desaparecido investigador piurano Manuel Vegas Vélez, de la Sociedad Pachamama, estudió el dominio marino peruano (86,300 hectáreas) en los años 1990 - 1991, proponiendo la creación de dos Reservas Marinas en el norte del país, (la Reserva de Máncora, en la Región Grau (Tumbes y Piura) y la Reserva de Illescas - Islas Lobos, que comprendería las costas de Bayóvar y Sechura, incluyendo las Islas de Lobos de Tierra y Lobos de Afuera, frente al litoral de los departamentos de Piura y Lambayeque).

Estas dos extraordinarias propuestas son, desde todo punto de vista, sumamente necesarias de concretar, de preferencia antes del fin de esta década. Más aún, si estudios científicos han determinado que para conservar la enorme riqueza biológica que existe en el mar peruano, las 335,000 hectáreas protegidas de la Reserva Nacional de Paracas, no son suficientes.
La propuesta área natural protegida marino – costera en el Banco de Máncora

Se ha escogido conservar y estudiar esta área marino – costera por su diversidad biológica; por su gran importancia para diversas ramas de la Oceanografía debido a la ligazón permanente al llamado Fenómeno de El Niño y por la necesidad de conocer a fondo los permanentes cambios de los parámetros oceanográficos a lo largo del año, así como por su producción orientada a la pesca de consumo humano directo. De otro lado, los que trabajan en el mar peruano están convencidos que la mayor biodiversidad marina se encuentra en esta región.

Desde el año 1987, Pro Naturaleza viene planteando y promoviendo el establecimiento de áreas naturales protegidas en el ámbito marino, con propuestas concretas para los ámbitos del Banco de Máncora o Banco Peruano y la zona costera de la Península de Illescas hasta las islas Lobos.

Si bien estas iniciativas han sido respaldadas y complementadas por un conjunto de otras diversas instituciones en el país, ha sido muy poco lo que se ha podido avanzar respecto al establecimiento de áreas marinas protegidas y concretamente respecto a las iniciativas antes mencionadas.

El interés de Pro Naturaleza es retomar y continuar promoviendo estas iniciativas, manteniendo el reconocimiento a la necesidad de actuar a diferente nivel: nacional / regional / local, y en diferentes frentes: político / productivo / conservación y con una diversidad de actores, incluyendo al público en general. Asimismo reconocemos la importancia de adoptar medidas concretas para asegurar la protección y adecuado manejo del área.

Además, bajo el concepto de generar un nivel mayor de respaldo a esta propuesta y vincularla al más alto nivel político, estaríamos promoviendo que esta área sea ya considerada como parte del recientemente propuesto corredor marino en el que se encuentran la Isla del Coco (Costa Rica) y Galápagos (Ecuador).

Ubicación y contexto

El Banco de Máncora, también denominado Banco del Perú, es un área del mar peruano situada a unas 35 millas náuticas frente a las costas de los departamentos de Piura y Tumbes, cuyo fondo rocoso está constituido por basalto con sedimentos limo arcillosos, los cuales cubren casi la totalidad del área mencionada. Esta región está considerada como muy rica en peces demersales, tal como lo han demostrado las primeras evaluaciones realizadas por el Instituto del Mar Peruano (IMARPE) en 1989 y 1990. Este Banco Marino actúa como un vivero para muchas de estas especies que encuentran allí, alimento y refugio y es considerada como una de las áreas de mayor productividad en el Pacífico Oriental. Sus coordenadas aproximadas son 3° 24´ 00´´ de Latitud Sur y 81° 24´ 00´´ de Longitud Oeste y su profundidad promedio es de 135 metros (74 brazas).

El Banco de Máncora enfrenta importantes amenazas como son la pesca indiscriminada y la sobrepesca, así como lo riesgos que se generan por la actividad hidrocarburífera, tanto en el zócalo continental, la línea litoral y el transporte en buques de gran calado de hidrocarburos. Sin embargo esta zona, en opinión de especialistas nacionales, a pesar de las presiones y los riesgos, presenta todavía un estado de conservación que dista de una situación de grave deterioro o alteración. Esta zona es el hábitat de varias especies marinas en situación vulnerable y en peligro de extinción. Esta zona es también el lugar ideal para observaciones y monitoreo de los efectos del Fenómeno de “El Niño”, pues el mayor impacto en nuestro país se produce en sus costas aledañas.

Importancia del Banco de Máncora

El Banco de Máncora reúne un número significativo de hábitat y ecosistemas únicos y particularmente vulnerables que albergan una gran diversidad biológica y productividad que incluye especies marinas endémicas, en peligro de extinción y/o de gran importancia ecológica, económica y estética. La fauna incluye ballenas (ballenas azules, ballenas jorobadas, cachalotes, etc.), tortugas marinas en peligro de extinción, así como diversidad de especies de atún, tiburón, mantarraya, peces pico (i.e. pez espada, merlín negro, merlín rayado, merlín azul y pez vela). Es también un lugar de gran abundancia de aves marinas, que interactúan con la costa colindante.

El Banco de Máncora es el lugar donde confluye la Corriente de Humboldt (Corriente Costera Peruana) con la Corriente Ecuatorial del Pacífico, además de la presencia de la Contracorriente Subsuperficial (frente al puerto de Paita). Esta “triple” confluencia determina variaciones constantes de los parámetros oceanográficos a lo largo del año y también de un año a otro, según la fuerza de los vientos y otros fenómenos meteorológicos y oceanográficos. Al converger varias corrientes marinas en esta zona, condicionan la dispersión de larvas marinas e influyen los patrones de migración, movilización y distribución (reproducción y alimentación) de un gran número de especies de relevancia regional y mundial.

Toda esta región marino – costera está expuesta a frecuentes variaciones de los fenómenos oceanográficos y meteorológicos y alberga una gran biodiversidad de importancia mundial. Es ampliamente conocido que las aguas del Pacífico peruano están consideradas entre las más productivas del planeta. Esta característica permite al Perú ser uno de los 5 primeros países a nivel mundial en la extracción de recursos marinos.

El Sistema de Circulación frente al Perú, determinado fundamentalmente por corrientes superficiales y subsuperficiales y muy en especial por el afloramiento de aguas, da lugar a una enorme riqueza en la región, a tal punto que el Dr. Roger Revelle, uno de los científicos más eminentes del siglo 20, quien fuera Director del Instituto de Oceanografía Scripps, de California, tuvo la siguiente expresión: "soy un convencido de que la Corriente Costera Peruana está situada en el área más fértil del mundo y que ella es el fenómeno físico y biológico más importante de la Tierra".

Situación actual

Existe en la actualidad una presión muy fuerte por parte de las actividades pesqueras en las cercanías y dentro del Banco de Máncora. El número de pescadores artesanales en la Región Grau es el más alto de todo el litoral peruano. Como es conocido, existe una tradición milenaria de notables navegantes y pescadores en la zona norte del Perú, como fueron los Vicús, los Tallanes, los Mochicas y los Chimú, quienes reverenciaban al mar y pudieron alimentar a sus numerosas poblaciones gracias a sus grandes habilidades para la pesca.

Uno de los problemas más graves que afronta esta región es el fenómeno de oscilaciones meridionales conocido como “El Niño”. Estas dinámicas climáticas cíclicas hacen de ésta una región de alto grado de variabilidad ambiental, sujeta a constante estrés ambiental asociado a dicho fenómeno y expuesta a los consecuentes impactos socio-económicos. Frente a condiciones anómalas como “El Niño” se rompe el equilibrio y el ambiente marino, con toda su carga orgánica, sufre alteraciones cuya magnitud depende de la intensidad del evento y de su desplazamiento latitudinal. Estos eventos cíclicos son algunas veces muy destructivos y catastróficos, como por ejemplo los ocurridos en el año 1983 y el 1997. Se cree asimismo que la desaparición de la civilización Mochica se debió a un evento catastrófico de “El Niño” hacia el año 700 DC.

La región es igualmente vulnerable a la degradación debido al efecto de las actividades humanas y problemas interrelacionados de origen político, socio-económico y cultural. Cabe mencionar la actividad petrolera, que engloba operaciones de exploración, explotación, procesamiento y distribución, las cuales se realizan en el litoral costero, principalmente en la Costa Norte y Selva peruana. La mayor actividad extractiva de petróleo se efectúa en la zona Noroeste en especial en el zócalo continental donde encuentran más de 80 plataformas pertenecientes a varias empresas petroleras privadas y del Estado.

En cuanto al petróleo extraído de la selva, éste es conducido hasta el Puerto de Bayovar, situado en la Costa Norte, al sur del Banco de Máncora, a través del Oleoducto Trasandino, para posteriormente ser trasladado mediante buques Tanqueros a la refinería de La Pampilla en el Callao. Otro problema de contaminación provienen de los desagües de las refinerías de petróleo, que contienen compuestos fenólicos, aguas ácidas, amoniaco, cianuro, detergentes y sólidos en suspensión, como por ejemplo el fenol y sus derivados, que producen olores y sabores desagradables en pescados y mariscos.

Las principales fuentes de contaminación por petróleo en el litoral peruano son el transporte marítimo de petróleo crudo y refinado, la exploración y explotación en tierra y en el mar (noroeste del país), las refinerías de petróleo y plantas de ventas situadas en los puertos pesqueros, así como derrames eventuales en carga y descarga. El impacto de la contaminación por petróleo es más notable en Talara, puerto situado a muy pocas millas náuticas al sur del Banco de Máncora, en donde la mayoría de sus playas se hayan contaminadas, afectando el ecosistema y la estética.

Importancia de promover la investigación científica

El mar peruano, a pesar de ser uno de los más productivos del planeta y albergar una alta diversidad biológica, paradójicamente ha sido muy poco estudiado y los estudios e investigaciones que se han realizado son sumamente escasos.

Esta situación se manifiesta también en la zona del Banco de Máncora donde son muy pocos los estudios científicos efectuados, a pesar de sus particularidades y es evidente la necesidad de promover el estudio y la investigación científica:

El estudio del fondo marino es importante en la ecología de las especies bentónicas y gran parte de especies demersales, pues es factor limitante en la distribución de estos organismos, adaptados a determinados tipos de sustrato, con características físicas y químicas que le permiten realizar actividades fundamentales, entre las que destacan la alimentación, refugio, reproducción y otras.

Determinar los diferentes tipos de fondo, sus características físicas y químicas, y conocer en detalle su morfología es, por lo tanto, de gran importancia para la ubicación de zonas de pesca potenciales, para actividades como la acuicultura, programas de repoblamiento de especies, etc. Los sedimentos ofrecen, además, valiosa información pues en ellos se puede obtener registros valiosos de eventos ocurridos en el pasado, con múltiples aplicaciones paleoceanográficas, contaminación y dinámica de poblacional.

La necesidad de un estudio más profundo de la presencia cíclica de la “Zona de Convergencia Intertropical” (en los meses de verano del hemisferio Sur). Este “Ecuador Climático” es denominado así, por los meteorólogos, debido a sus peculiares características climáticas. Los cambios de temperatura y salinidad en la zona estimulan las migraciones de algunas especies marinas. Existe asimismo la necesidad de estudiar su influencia sobre las especies marinas y terrestres.

En el Perú ocurre una situación sumamente preocupante por el inadecuado manejo del mar y sus recursos, que determina un creciente deterioro de sus ecosistemas y graves alteraciones en la dinámica de sus recursos. Asimismo se comprueba una gran carencia en las capacidades para realizar investigaciones en el ámbito marino.

Se necesita promover la investigación científica en la zona del Banco de Máncora, por lo que la creación e implementación de una Estación Científica Marina en la región es considerada una prioridad. Esta Estación Biológica Marina sería de régimen privado y sin fines de lucro, con fines de Investigación Científica, tanto de Biología Marina, como de Oceanografía, así como también para fines de Conservación, tanto del área costera marina de la zona, como del mar colindante.

La gestión de la Estación podría dar lugar un consorcio de organizaciones nacionales e internacionales bajo la figura de un Instituto de Investigación que se dedicaría al estudio del océano (Mar de Grau), así como a la protección y conservación de las especies que habitan en esa zona. También se dedicaría a estudiar la biología, ecología y comportamiento de delfines, toninas, cachalotes y ballenas, así como otras especies de mamíferos y aves marinas en el litoral norteño.

Esta Estación no sólo tendría un efecto a nivel de la región Piura y Tumbes en el norte peruano, sino que se espera que sea un aliciente y un modelo para extender las investigaciones y estudios científicos en todo el litoral peruano. Consideramos además que la participación del IMARPE será de particular importancia con miras a institucionalizar y relanzar los esfuerzos de investigación desde el propio estado peruano.

El enfoque científico será un insumo fundamental para el manejo participativo del Corredor Marino de Conservación y Desarrollo Sostenible. Serán utilizadas herramientas electrónicas y tecnologías de monitoreo avanzadas, evaluación de la biodiversidad béntica, y mapeo del fondo marino, para obtener información científica sobre la distribución de organismos dentro de los limites del Corredor relacionada con las condiciones oceanográficas. Esto proveerá las bases para un sólido manejo del ecosistema marino.

Las especies marinas no reconocen fronteras políticas, por lo que es imperativo contar con un cuadro integrado de sus movimientos, migraciones, biología de poblaciones, estado de conservación, hábitat críticos, y un entendimiento de cómo las condiciones ambientales influencian su distribución. Esta información servirá una efectiva conservación y manejo del área, lo cual dependerá a su vez de la cooperación internacional y el compromiso de los gobiernos. Según Mario Piu, jefe de la Unidad de Recursos Marinos de Galápagos "si hay una especie amenazada en un país, ahora los otros no tendrán ningún problema en incorporar medidas y políticas propias para cooperar en la preservación de esa especie, lo que garantiza un mayor éxito en las gestiones".

Recursos a asignar por Pro Naturaleza

Pro Naturaleza cuenta con una reconocida capacidad institucional para el manejo de proyectos de conservación y uso sostenible, con un accionar tanto a nivel de influencia en políticas y regulaciones como a nivel de trabajo de campo; en el caso particular de la región de Tumbes y Piura, costa norte del país, es ampliamente reconocido su trabajo. Desde el año 1989 contamos con oficinas adecuadamente equipadas e infraestructura en los departamentos de Piura y Tumbes, en los cuales hemos promovido el establecimiento de Comités de Manejo de Playas en las diferentes provincias de la Reserva de Biosfera del Noroeste Peruano, contribuyendo de esta manera a una mayor participación e involucramiento de la población organizada en el movimiento de conservación en la región.

A modo de resumen podemos señalar las principales iniciativas que en el ámbito de la costa norte peruana ha venido desarrollando la institución, el cual constituye un capital de gran importancia en esta iniciativa. Todas ellas iniciativas importantes pero que requieren ser fortalecidas y apoyadas.

Pro Naturaleza ha promovido y ha participado en la definición y constitución de diferentes espacios de concertación para la gestión del territorio, específicamente en el Comité de Gestión de Turismo de Playas de la Prov. de Talara (2002- 2004); el Comité de Gestión de Turismo de Playas de la Prov. de Sechura (2002- 2004) y la Comisión del Plan Estratégico de la Bahía de Sechura e Isla Lobos de Tierra (Abril 2004). Nuestra institución ha promovido y facilitado los procesos participativos para elaborar los planes de desarrollo turístico de las playas de Sechura, Paita y Talara.

Asimismo, replicando la exitosa experiencia de la aledaña Reserva de Biosfera del Noroeste, se ha promovido el establecimiento de los denominados Comités Comunales de Desarrollo del Litoral en las localidades de Caleta Punta Mero, Caleta Grau, Caleta Nueva Esperanza y Caleta El Ñuro (Los Organos - Talara). En estas localidades, durante el 2002 se llevaron a cabo talleres para elaborar Planes de Desarrollo Comunal de las Caletas, conformándose los mencionados comités, los mismos que se encuentran en proceso de institucionalización frente a la Municipalidad Provincial de Contralmirante Villar (Zorritos)

Pro Naturaleza, como miembro de la Comisión Ambiental Regional - Tumbes, participa en actividades relacionadas con el tema, como son la propuesta de zonificación e iniciativas para la mitigación de los impactos de aguas residuales en el ecosistema marino (esteros y manglares).

Pro Naturaleza, conjuntamente con la Dirección Regional de Pesquería, el Instituto del Mar del Perú (IMARPE), el Gobierno Regional, la Universidad Nacional de Tumbes, el Fondo de Desarrollo Pesquero y la Capitanía de Puerto, forma parte de la Comisión Técnica encargada de formular el Plan de Desarrollo Pesquero y Acuícola de la Región Tumbes.

Asimismo, Pro Naturaleza forma parte también de la Secretaria Técnica de la Comisión que está elaborando el Plan Estratégico de la Bahía de Sechura e Isla Lobos de Tierra.

El personal de Pro Naturaleza en la región, con respaldo de la Oficina Central de Lima y el personal asignado, se pondrían a disposición de la Iniciativa en el seguimiento de las actividades relacionadas al Proyecto, incluyendo el apoyo en la búsqueda de fondos que nos permitan contar con los recursos necesarios para una intervención más amplia y consistente.

Pro Naturaleza es uno de los socios locales de IUCN en el Perú, con quiénes estamos consultando la posibilidad de contar con los fondos iniciales para la elaboración del Expediente Técnico, documento requerido por el gobierno peruano para la creación de la nueva área natural protegida marino costera en el Banco de Máncora.

Asimismo, The Nature Conservancy (TNC), otro de nuestros socios estratégicos, quiénes han definido como una de sus prioridades de conservación las regiones del Mar Pacífico Ecuatorial y del Mar Frío de Humboldt, también ha mostrado su interés de participar en este Proyecto.

Creemos por este motivo que podremos contar con el respaldo de ambas instituciones para la búsqueda de los recursos necesarios. La primera actividad a concretar sería la formulación de los planes de conservación ecoregional, para lo cual se viene actualmente elaborando el correspondiente al Mar Pacífico Ecuatorial.

Creemos también que sería de gran utilidad el aporte, por parte nuestra, del Estudio Integral de una Estación Científica Marina elaborado por el equipo técnico bajo la conducción del Sr. Guillermo Castro Escudero. Este proyecto, diseñado en su parte arquitectónica por el arquitecto Javier Gonzáles Retamozo, cuenta con los planos de arquitectura (plantas, elevaciones, cortes, perspectivas, detalles, etc.) incluyendo una Memoria Descriptiva, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la zona, las necesidades de equipamiento, la maqueta y el Presupuesto. El Sr. Guillermo Castro y su equipo técnico, quienes participarían en la iniciativa de crear el área natural protegida marino – costera que se está proponiendo, estarían dispuestos a poner a disposición de Pro Naturaleza y del presente Proyecto, el mencionado estudio.

Requerimientos de Pro Naturaleza al Instituto de las Américas

Consideramos de gran importancia mejorar el conocimiento del mar para orientar el manejo y la conservación del mismo. En ese sentido, Pro Naturaleza considera que el Instituto de las Américas y el Scripps Institution of Oceanography, que cuentan con las más grandes capacidades en temas de investigación y estudios marinos, ofrecen las seguridades para diseñar y conducir los programas de investigación en el Banco de Máncora.

Pro Naturaleza espera del Instituto de las Américas y del Scripps Institution of Oceanography asistencia técnica, así como apoyo a la mejora de sus capacidades institucionales, las mismas que se harían extensivas a un conjunto de organizaciones nacionales.

Una alianza con instituciones de tanto nivel y prestigio como el Instituto de las Américas y del Scripps Institution of Oceanography constituye asimismo un respaldo invalorable para elaborar propuestas de proyectos y atraer donantes. Es claro que la posibilidad de poder lograr los planteamientos bosquejados en este documento requiere de fondos que tienen que ser recaudados.

Pro Naturaleza, por su parte, se comprometería en promover la participación de otros actores importantes, particularmente las universidades locales en Piura, Tumbes y Lambayeque, así como a convocar diversas universidades nacionales y organizaciones no gubernamentales o gremiales que tengan interés en trabajar en la zona.

Asimismo, para recabar mayor información, necesaria para la toma de decisiones y otros fines que aseguren la conservación del Banco de Máncora, Pro Naturaleza se encargaría de convocar al Instituto del Mar Peruano – IMARPE y al Instituto Nacional de Recursos Naturales – INRENA y facilitar su cercana participación en esta iniciativa.

Esperamos entonces que el Instituto / Scripps cumplan un rol de generar y proveer información que, adecuadamente canalizada a los diferente actores, sirva para fines de conservación del espacio marino. Específicamente se espera contar con la información que permita sustentar el establecimiento y el posterior manejo de la propuesta área marina protegida. Información que además daría valor al área protegida misma.

Plazo del Proyecto

La filosofía de trabajo de Pro Naturaleza se orienta a establecer compromisos de largo plazo en los lugares donde interviene y apoya iniciativas de conservación. Esto se sustenta, entre otras razones, porque los resultados de conservación requieren de procesos de largo plazo para ser logrados. Si bien es importante contar con una visión de largo plazo, esta iniciativa tendría que ser implementada en función a proyectos. Un proyecto de esta envergadura, para asegurar la puesta en marcha de la iniciativa, requiere de una primera fase que proponemos sea de por lo menos 5 años. Esto tendría que ser reflejado en un acuerdo de colaboración a ser formalizado entre las instituciones participantes.

Una Propuesta Técnica para la creación de una nueva Area Natural Protegida Marino - Costera en el Banco de Máncora

El Ecosistema el Banco de Máncora, Su Importancia y Situación Actual

Por Guillermo Castro Escudero

Resumen Ejecutivo

Esta publicación propone el establecimiento de un Area Natural Protegida Marino - Costera en el Banco de Máncora, en la costa norte del Perú, para que posteriormente forme parte del actual Corredor Marino de Conservación y Desarrollo Sostenible constituido por los Sitios de Patrimonio Mundial, Galápagos (Ecuador) e Isla del Coco (Costa Rica), así como los Parques Nacionales Coiba (Panamá), Gorgona y Malpelo (Colombia).

Este Corredor Biológico Marino del Pacífico es el primero del mundo en su género. La iniciativa de su creación fue lanzada originalmente en 2002 durante la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible de Johannesburgo, contribuyendo a despertar el interés internacional de políticos y científicos.

Toda esta región tiene un alto nivel de interconexión ecológica y características oceanográficas complejas principalmente producto de las corrientes marinas que en ella confluyen y que condicionan las dinámicas climática y biológica, influyendo los patrones de migración de varias especies de importancia regional y global.

La conservación del Banco de Máncora está considerada por la comunidad científica internacional como de “inmediata prioridad”. El Banco de Máncora es uno de los ecosistemas más frágiles del Perú, el cual felizmente se conserva prácticamente intacto, constituyendo el hábitat natural de varias especies marinas en situación vulnerable y en peligro de extinción.

Desafortunadamente, en las últimas décadas la región del Banco de Máncora se ha visto muy expuesta a la degradación debido al efecto de las actividades humanas y problemas interrelacionados de origen político, socio-económico y cultural. Por ejemplo, existe en la actualidad una presión muy fuerte por parte de las actividades pesqueras y petroleras en las cercanías y dentro del Banco de Máncora.

Asimismo, se ha realizado hasta la fecha pocos estudios científicos en la zona del Banco de Máncora, por lo que existe la necesidad de promover la investigación científica en la zona. Se ha estimado conveniente la creación e implementación de una Estación Científica Marina de régimen privado y sin fines de lucro en la región, la cual se dedicaría al estudio del océano (Mar de Grau), así como a la protección y conservación de las especies que habitan en esa zona.

Las especies marinas no reconocen fronteras políticas, por lo que es imperativo contar con un cuadro integrado de sus movimientos, migraciones, biología de poblaciones, estado de conservación, hábitat críticos, así como también un mejor entendimiento de cómo las condiciones ambientales influencian su distribución.

Se anticipa entonces que este proyecto innovador de conservación e investigación científica se podrá replicar en otras regiones alrededor del mundo como un modelo para el diseño, establecimiento y manejo de áreas protegidas marinas.