Urge la protección adecuada y un mayor control ambiental en la bahía de Sechura y la Zona Reservada de Illescas

Se hace cada vez más urgente la conservación y un mayor control ambiental en las costas de Lambayeque y Piura, lugares donde se han presentado en las últimas semanas numerosos casos de muerte y varamiento de mamíferos marinos, esencialmente de cientos de delfines.

Son muchas, asimismo, las denuncias de graves derrames de petróleo en las playas de la costa norte peruana, en especial en la bahía de Sechura, donde se encuentra el puerto de Bayóvar y el terminal marítimo del denominado Oleoducto Nor Peruano, el cual tiene un muelle que recibe barcos que transportan hidrocarburos.

En las cercanías de Bayóvar se encuentra la Zona Reservada de Illescas, ubicada en el distrito y provincia de Sechura, departamento de Piura, con una extensión de 37 452,58 hectáreas. Creada por el Ministerio del Ambiente, a mediados de Diciembre del año 2010, ésta relativamente nueva área natural protegida es muy rica en fauna y flora silvestre albergando una inmensa diversidad de especies de hábitats restringidos, endémicos y en situación de amenaza.

Toda esta región, conocida también con el nombre de Península de Illescas, posee una gran belleza paisajística, así como una importante biodiversidad marina y continental constituyendo un importante paradero de aves migratorias, así como refugio de aves silvestres residentes, muchas de ellas en situación de riesgo como el pinzón apizarrado (Xenospingus concolor).

Tanto el litoral de Sechura como el de Lambayeque tienen una gran densidad y presencia de cetáceos siendo muy común en ambos lugares el avistamiento del delfín nariz de botella (Tursiops truncatus), del delfín conocido como “pecho blanco” o delfín común (Delphinus delphis) y de ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae), que muchas veces se acercan bastante a la costa.

La Zona Reservada de Illescas tiene un gran potencial para el desarrollo del turismo ecológico, científico, deportivo y recreacional, por lo que podría generar mucho beneficio económico a los pobladores locales. También puede brindar la posibilidad de que se realicen diversos proyectos de investigación científica, no solo del patrimonio natural (incluidos los vestigios de fósiles que abundan en la zona), sino también del cultural por la cantidad de restos arqueológicos aún por estudiar.